La privacidad perdida

La nueva polémica sobre la pérdida privacidad. ¿Dónde empieza y dónde termina el derecho a la intimidad?

La privacidad es un derecho propio que, por Internet y otros medios, se expande información a través de terceros sin el consentimiento de la persona. “Los humanos ya no tenemos secretos, ni intimidad, ni siquiera antes de nacer cuando nos encontramos en el vientre de nuestras madres. Aún allí, nos pueden ver, oír, filmar, examinar hasta nuestro más mínimo movimiento. Este es solo un preámbulo de lo que es el ‘espionaje’ permanente que soportará ese niño o niña por el resto de su vida”, dijo la analista colombiana, María Clara Ospina.

La verdad de la red social más famosa

Facebook es la red social visitada por más del 50% de las personas con acceso a internet y con un gran crecimiento en los últimos 5 años. La política de privacidad que es aceptada por el usuario, le otorga a Facebook una “licencia irrevocable, perpetua, transferible, internacional y pagada para (a) usar, copiar, publicar, retener, compartir, almacenar, mostrar públicamente, transmitir, escanear, reformatear, modificar, editar, enmarcar, traducir, extractar, adaptar, crear archivos derivados y distribuir” cualquier contenido que la persona suba y adhiera a su perfil.
La web permite cerrar tu cuenta, pero lo que la persona haya agregado no se borra, si no que la empresa se queda con toda la información.
Uno de los casos más conocidos es el de William Bemister, periodista fallecido en noviembre pasado. Su familia educadamente pidió a la empresa que borraran su perfil, pero se negaron. "El dilema que tengo es que él colocó un montón de información personal en su perfil, como el teléfono, la web de su empresa, su correo electrónico y cualquiera que haya perdido un ser querido necesita que esa información sea retirada rápidamente por varias razones” comentó la hermana de Bemister.

¿Por qué aparezco en el veraz?

Empresas y organismos que trabajan con préstamos y cobranzas le cambian al veraz información personal de sus clientes por dinero. El veraz es el encargado de almacenar datos sobre las deudas y los pagos de los interesados. Cuando un miembro quiere pedir un préstamo, la empresa chequea que no tenga antecedentes de ningún tipo de deuda. Si esta persona figurara en el listado de morosos, hay pocas posibilidades de que el banco o la empresa le preste el dinero.

La información que manejan estas empresas está reglamentada por la ley de Habeas Data que, en su artículo número 24, establece que el veraz podrá conservarse por un plazo de cinco años o de dos años en el caso de que el cliente cancele la deuda.
A pesar de que la información sea privada y propia de la persona, estos datos son fáciles y accesibles de conseguir mediante páginas de Internet como el sitio oficial del Banco Central, Correo argentino y otros sitios no oficiales.

El nuevo software de Microsoft espía

Un nuevo programa de Microsoft, que Bill Gates se está ocupando de patentar en Estados Unidos, vigila a los trabajadores de empresas totalmente. ¿Totalmente? Si. El programa se creó para permitir, mediante sensores inalámbricos que serán colocados al empleado, leer el ritmo cardíaco, señales cerebrales, frecuencia respiratoria, etc. En fin, el chequeo constante del metabolismo.

"No es más que una total invasión de la privacidad, una lesión a los derechos humanos de los trabajadores", dijo Héctor Recalde, diputado nacional y abogado laboralista. Y agregó: "La verdad es que no suena que se lo haya desarrollado para cuidar la salud de los trabajadores, sino para ver cómo se logra que produzcan más".

Opinión

El sociólogo norteamericano, Jeremy Rifkin, que fue colaborador del ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore durante la administración de Clinton, que en la década del 60 hablaba de los crímenes de guerra, ahora combate con la biotecnología y la invasión de la intimidad de las personas.

“La privacidad es una criatura de la revolución industrial. Hoy, la generación puntocom sólo quiere estar conectada. Inconscientemente define la libertad como inclusión, y nuestra generación define la libertad como exclusividad (privacidad y autonomía). La privacidad se está perdiendo, porque no puedes estar conectado constantemente y al mismo tiempo mantener tu privacidad. Creo que puede ser una reliquia en el mundo en red. Lo que necesitamos son nuevos regímenes reguladores” dijo el sociólogo.