viernes, 30 de octubre de 2009

Los Ote, mimos fuera de lo común



La historia de los originales Ote, la lucha por conseguir su espacio y su camino por la vida. La entrevista a Mariano Guidi, integrante del dúo que criticó a los medios por no importarles los artistas independientes.


Mariano Guidi y Sebastián Baldi, más conocidos como Los Ote, son mimos, clowns, actores y músicos. Estos dos personajes se consagraron en las peatonales de Villa Gesell y arrastran ahora un público que los sigue a todas partes.
Su historia comenzó en el verano del 93, cuando Guidi, Baldi y Pablo Tévez, de Mar del Plata viajaron a Villa Gesell con la meta de hacer shows y divertirse. En el trayecto de la búsqueda se encontraron con una banda llamada Los Panzon, ubicada en las calles 3 y 106 y se acercaron a ellos para poder compartir escenario. “Desde ese día compartimos todo el verano, la esquina, las noches, los deseos y más tarde la misma vida”, dijo Guidi. En el invierno de ese mismo año Pablo abandona el trío para unirse a la banda Los Panzon, lo que hoy serían Los Tipitos, dejando a Sebastián y a Mariano como dúo.
Los chicos (no tan chicos) se dedican a brindar shows para toda la familia, son sketches participativos y la complicidad de todo el público lo que hace las presentaciones tan llamativas. El protagonismo de la gente, los cambios de disfraces, el sonido, la improvisación, su lenguaje particular, el ingenio y el humor lo hacen más atrayente. Los Ote no son de los típicos mimos que andan vestidos de rayas blancas y negras, ellos se destacan, son originales y formaron su propia personalidad.
Tienen algo crucial y diferente en sus presentaciones una lluvia de monedas, comienza luego de pasar la gorra. Un día a alguien del público se le ocurrió tirar monedas en el aire, “quizás fue el mismísimo Ote porque cayeron del cielo, como nosotros basábamos nuestro show en la improvisación enseguida miramos para arriba y nos pusimos contentos. Le pedimos a Ote que no pare la lluvia. Y así sucedió, los deseos se cumplen”, comentó entre risas Guidi.
OK, ahora, ¿Ote? Tiene una explicación. El nombre surgió de la mala interpretación del público. Los mimos obvio que no hablan, pero ellos sentían la necesidad de hacerlo. En los shows Sebastián decía algo como ate, como queriendo decir atención, pero el público lo tomó como Ote. “Nosotros al toque lo acreditamos, y así fue, se armó como el idioma que necesitábamos”. Esta palabra es una de las que más se nombra en sus presentaciones.
Después de tanto tiempo brindando a la gente estos espectáculos, los cuales sumaron a lo largo de su trayectoria esos fans fieles que los siguen y los recuerdan, a Los Ote les llega al corazón darse cuenta que al pasar de los años y después de haber hecho muchos shows, hay gente que creció con ellos y “eso es fuerte, lo toman como parte de sus vidas”.Chicos que los veían a los 8 años, hoy tienen 20 o 22, algunos a los 12 y hoy están casados y quieren que estén en el casamiento o en los cumpleaños. “La verdad, ha pasado el tiempo y se formó una gran familia con su propio idioma y una manera de ver la vida para divertirse”, dijo emocionado Guidi.
Mariano y Sebastián también son músicos. Tienen una banda, Ote Rock, y es en el día de hoy en lo que más se están ocupando. Grabaron su primer disco en el 2005 con la producción de Walter Piancioli, integrante de Los Tipitos con músicos invitados, un Cd en vivo grabado en la Casa de la Cultura de Gesell y ahora van con el tercero, en el cual están trabajando.
Durante doce años Los Ote brindaron estos shows en las costas gesellinas, hasta que llego la prohibición “por esas cosas que hacen los políticos”.

“Esas cosas que hacen los políticos”
En el 2004 se prohibieron los espectáculos callejeros en la ciudad de Villa Gesell y no pudieron continuar con sus presentaciones porque no tenían lugar físico. “Nos daban como migajas la plaza de la 104 cuando terminaban los recitales”, explicó Mariano.
Aparte de sus funciones callejeras, Los Ote también hicieron teatro. Desde el 97 hasta el 2009 inclusive. Se presentaron en distintos lugares como la Casa de la Cultura, el Globo, teatro la Galera, Astral, entre otros.
“Los Ote somos independientes, sin compañía ni productora que hoy tienen todo copado, desde los teatros a la tele, los diarios, etc. no hemos tenido mucho lugar”, dijo. Sienten que fue desgastante hacer en Buenos Aires shows durante diez años desde teatros pequeños hasta el Astral con mil personas y no tener nunca una crítica ni nota de los medios. Hoy ya casi no producen shows. Piensan que la repercusión que se merecen no la obtienen por “ser independientes y no firmar con nadie”. Aseguran que tuvieron la oportunidad pero es como “que vos te pongas de novio con quien no te gusta. Nunca dimos con alguien que crea verdaderamente en nosotros, por eso no firmamos” expresó Mariano Guidi. Piensa que sólo se acercan por un negocio sin importar lo que hacen. “Así como vienen te meten en la picadora de carne y te descartan”.
“No venderse, ¿estará bien?”, se pregunta. Él cree que si, disfruta de la vida, tiene su libertad. “Me gustaría hacer más shows, en una época los podía producir, hoy no, el país está en una crisis y terminó con los que somos independientes”. “Sin dinero no se puede” y se les hace muy difícil sin apoyo y sin la prensa que sea independiente. Creen que es una utopía que el crítico vaya a ver todo lo que hay y que salgan todos por igual en los medios. “Yo he tenido el Astral lleno y nada, nadie se enteró mas que los que cantaban en el teatro Oteee, Oteee, y en los medios salían alentando a obras que tenían alto cartel, altas figuras y veinte personas en la platea” comentó Mariano. Piensa que en definitiva nada importa, más que hacer lo que a ellos les gusta en la medida que puedan, luchar por eso y ser libre no tiene precio. “El mundo globalizado es una máquina, no importa nada, y la cultura menos, asique cada uno se sube al tren que le aparezca”.
Hoy Los Ote se están dedicando más a la música. Mariano se encuentra en Mar de las Pampas, se armó su propio estudio para “demear” sus canciones y pasárselas a la banda para grabar el disco en cuanto puedan. “Mientras me tiro de los médanos en tabla, salgo a correr, surfeo, amaso pan, tomo mate, corto leña y prendo la salamandra”, dijo contento. Sebastián se encuentra en Buenos Aires brindando clases de pantomima en el teatro La Galera ubicado en Palermo. Quién dice que en algún momento no salgan con un nuevo show de Los Ote que cada tanto lo hacen. “Todavía somos jóvenes y quizás siempre lo seamos, asique atenti que nada está perdido”, terminó.













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